10/13/2012

| PAN CON DULCE Y MANTEQUILLA |



Mí mamá siempre cuenta que a veces despertaba en las mañana y simplemente yo no estaba a su lado. Entonces tenía que levantarse e ir a mirar a tu cama y ahí me pillaba durmiendo contigo. Eran interminables días que siempre comenzaban por un té y un pan de con dulce y mantequilla. Toda mi niñez esta ligada a aquella parte de mi vida que disfruté bajo ese sauce llorón que adornaba en ese entonces el patio, ese patio que tanto nos alegraba en el que incluso una vez recuerdo que construimos una mini cancha de futbol, con arcos y todo, para nosotros era como el wembley, aunque fuese de un par de metros y lo que menos pareciera fuese un estadio. Cuantas veces no terminé peleando con Jean Paul por cualquier cosa o en el verano bañándonos en aquel fuentón que hasta Maxi conoce. Si tuviera que definir algún momento seria imposible Mica (tengo claro que nunca te ha gustado que llamen abuela), recuerdo aquellos fines de semana donde llevaba mi súper nintento y me quedaba en tu casa durante días, disfrutando el fin de semana o jugando algún partido en la multicancha. Como no recordar aquellos sábados sagrados, en que íbamos a almorzar a tu casa para luego ir a la cancha y volver a pasar la tarde contigo, o esos sábados donde todos se juntaban alrededor de tu cocina, aquellos veranos sacando manzanas verdes o albaricoques de tus arboles mientras el “tony” ladraba amarrado a su casa. No puedo decir nada que no sea favorable a todos los momentos que he vivido en tu entorno a todo lo que significas para mi más allá de lo poco que lo demuestro, pero nadie puede negar que guardo recuerdos y momentos que quizás muy pocos tengan; y tengo una FE tremenda que es momento para seguir creándolos, para seguir juntándolos y para seguir remediando todo lo que alguna vez fue y todo lo que viene por seguir siendo, para que siga siendo eternamente como algo que siempre estuvo y no como algo que alguna vez fue y se terminó disipando. Siempre fuiste diferente, y conmigo lo has sido mucho más, siempre fuiste una mujer fuerte, quizás por eso aunque mi mamá diga que no se parecen, creo que eso fue lo que mas heredó de ti y por esto mismo tengo la certeza que aún no es tiempo, que saldrás adelante y que no importa cuando, pero en algún momento, volveré a tomar un te con un pan con dulce y mantequilla, mientras que tu disfrutes un mate, de esos que te han acompañado toda la vida. Saldrás de esto, por que todos lo deseamos y no hay fuerza mas grande que la de la familia cuando esta junta.

Menos ahora...

No hay comentarios.: