6/29/2011

| MIERCOLES |

 


Despertar con el sonido de la lluvia y saber que no tienes ninguna obligación que cumplir hoy, mirar a través de la ventana y ver como las calles se inundan, como la gente camina rápido, la dirección diagonal que varía por el viento y esas fantasmales apariciones de sol, que solo nos engaña con su presencia en estaciones como esta. Salir a la calle y que el frio viento toque tu cara, que los destellos de sol se apaguen entre los distintos matices de las nubes grises y por supuesto mirar las nubes y ver sus extrañas formas, la forma en que se mueven, como avanzan sin dirección alguna. Y en días como estos siento que el verdadero color está en saber admirar las cosas simples de la vida y como no, si estos días son como colores para el corazón.




1 comentario:

Domi dijo...

Porque pude verte, y conocerte.