Soñé mi vida contigo aun sin tener motivos para hacerlo, pero lo hice. Creo que el poder mas importante para el sentir es precisamente sentir que algo o alguien es capaz de abrir todas esas puertas cerradas interiormente y que termina por cicatrizar todas esas heridas que por tanto tiempo estuvieron abiertas, es cuando la felicidad se transforma en plenitud y lo demás ya no importa por que simplemente ya no necesitas nada de más, lo que tienes es suficiente y es justo lo que necesitabas. Recuerdo haber escrito por ti, haberme preocupado por ti, haber intentando respirar y luchar por ti, por que si lo hubieses intentado hubiese incluso regalado mi vida, pero no fue suficiente, por que tu misma me hiciste saber que nunca realmente creíste en mi de la forma en la que yo lo hice contigo. Hoy ya no estas y mi orgullo no permitirá que vuelvas ni que yo valla a tu reencuentro si algún día lo quisiera, digamos que es el capitulo que yo decidí cerrar y cuando cierro capítulos sin lugar a dudas los cierro para siempre. Me quedaste mirando entre la distancia, tal como lo fue nuestra forma de relacionarnos siempre, entre el tumulto, entre el ruido, sin un mensaje claro de tu parte, tuve que leer tus labios para entender lo que decías, no quería responder por que sentía rabia, pero lo hice quizás una forma no tan cortes, pero lo hice y como siempre yo tuve la culpa, saliste corriendo como siempre lo hiciste, enojada y culpándome quizás quien sabe de que cosa, pero yo estuve en el mismo lugar, ahí me quedé firme, esperando algo, mientras tu como siempre, escapabas, huías, arrancabas solo por el máximo miedo que podias tener siempre y que era el miedo a “luchar”. Tienes todo, tenias todo, todo menos lo que considero más importante en la vida; convicción. Tu amor abandonó mi amor, aunque esto no necesariamente se tratara de aquello. Hasta siempre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario