Siento mucha rabia y no se por que, en realidad si lo sé, ¿pero a quien le importa?, ¿a quien le importaría?, a nadie, quizás eso es lo que mas rabia me da, simplemente que no importe a nadie, podría importar tan solo un poco, quizás para que en este tiempo algo sea diferente, pero no, no es así y ¿a quien le importa esto?, como siempre; solo a mí. Y al final todos te abandonan, pero de seguro ellos te dirán que tu los abandonaste, puede que sea probable cuando eres inteligente, por que siempre he preferido arrancar por propia cuenta, antes que salir más mal herido por esperar más de lo necesario, algunos dicen que eso es cobardía y puede que sea verdad, a veces en algunos caso, es mejor ser cobarde. A veces me culpo, por que soy el mejor amigo de mis propios errores, soy tan terco que generalmente me cuesta aprender y termino siempre tropezando con las mismas piedras, pero no es por que no sepa diferenciar situaciones, es solo por tratarse de sentimientos. Uno se engaña, intenta engañarse, uno cree que quizás en ese intento uno termine engañando lo que quiere, pero no es así, lo que quieres no se engaña y termina día a día dándote mas razones para quedarte a mitad de camino. Y al final yo solo quiero lo más simple, una señal, esa fiel que no se termine olvidando entre el reloj, la oficina, la espera, la escalera, la micro, la distancia o el tumulto, una señal, esas que sobreviven a las inclemencias de la vida y que terminan alumbrando en tu cara una sonrisa y que conecta toda frase, desde la mas simple hasta la compleja, donde todo se termina por unir, todo; donde comienza todo por lo más simple, el silencio; y termina todo por lo más complejo; un beso. Sigo esperando tú señal, yo se que estas ahí.
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