Hace un par de años atrás, las cosas eran diferentes, recuerdo que con solo 16 años podia jugar en la serie honor, tenia un permiso especial de mi papá y aquello servía en ese entonces para jugar con personas que podian tener 2 años más que yo y quien sabe, quízas hasta podian doblarme en edad y esta bien... es fútbol amateur, pero en este futbol de "barrio" hay que tener mas que condiciones para jugar, no es facil, menos cuando se juega en cancha visitante, algunos me llamaban adelantado, mi papá le decia talento y a pesar de que el siempre los domingos hablaba y hablaba de mí, yo con mi humildad de siempre le decía que se callara. Eran otros tiempos, hasta el equipo rival me aplaudia, siempre eramos 8 o 9 nunca fuimos mas jugadores que eso, por eso no resulta dificil entender por que en muchos casos perdiamos por goleada, era gracioso cuando decian, ¡bien Miguel! si no es por tí los 6 eran 12, refiriendose a los goles; y era normal ver a arbitros dandome la mano como si fuera la estrella del partido, ver a la gente de mi club felicitandome y aplaudiendo, ver al equipo rival hablando de aquel "arquerito" que atajó todo y ver a mi padre llegar a dirijir los dias domingos hablando de su hijo y de que no haber sido por el, la victoria hubiera sido mucho mas humillante. Es dificil entender como va pasando el tiempo, no se si es el trabajo el que va desgastando, no se si son las responsabilidades de la vida, pareciera que el corazon a veces ya no sintiera de la misma manera, es como si ya tus condiciones se fueran perdiendo, pasan unos meses, unos años y te vez mas lento, no tan alegre, ya no hay aplausos, ni menos felicitaciones, aun llevas esa bandita que dice "CAPITAN" pareciera que mas por respeto, que por merecerla por tu rendimiento, te das cuenta que ya no eres él de antes, que a veces tienes la culpa de las derrotas y que tus compañeros te siguen diciendo que no es tuya, aunque en el fondo sepas que ninguno tiene el valor para decirte las cosas como son, te quieren... por todo el tiempo que has estado ahí sin dudar, para ellos aquello no tendría justificación, aunque el equipo rival llegue cinco veces y te conviertan cuatro goles. Sigue pasando el verano y el invierno, todo sigue igual, el corazon cada vez se amarga más, te da rrabia contigo, que el fisico, que el entrenamiento, que no estoy durmiendo bien, que aquí y que allá, cuantos fines de semana he pasado recriminandome y aceptando de que no era nada de eso, solamente ya no era tan talentoso, en algun lugar habia quedado, no habían más excusas, los aplausos se habian silenciado hace bastante. Es rraro comprender, que cuando mas lo necesitas aparece una tarde de aquellas, de esas que te hace revitalizar la fé, de esas que atajas hasta el viento, es como si el corazon se volviera a llenar de sangre, es como si volviera a latir, cuanto cuesta volver a creer en lo que somos, cuando pareciera que ya lo hemos perdido, cuanto costaba una tarde de estas en mi vida, desde hace tanto tiempo y como me lo dijo una persona al terminar, "hoy fue tu tarde miguelito" y era verdad, habia sido mi tarde, revitalizadora para mi corazon, tranquilizadora para mi mente, hacía falta dentro de mí una tarde como aquellas, de esas tardes que te hace entender que sigues siendo aquel mismo niño, que la bandita de capitan sigue ahí mismo por algo y que el talento no se pierde, solo se va por un momento, pero regresa cuando cada talentoso desea que vuelva; aquello no lo puede hacer cualquiera, solo los más virtuosos, solo los que luchamos día a día no solo por nosotros, si no por un equipo entero. Y aquella tarde volvieron los aplausos, los abrazos, las sonrisas, el talento, aquella tarde volvieron los comentarios y era verdad, ese niño seguía siendo el mismo, solo que un poco mas grande.

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